Ser agradecido es esencial para apreciar y disfrutar plenamente la vida. Agradecer lo que somos, lo que hemos conseguido, lo que tenemos, las personas que nos rodea, etc. Nos hace vivir en armonía con nuestro entorno y con un alto grado de bienestar. Agradecer es una actitud beneficiosa que nos ayuda a mantener nuestra felicidad y salud.
Ser agradecido es mucho más que un acto de cortesía como dar las gracias por algo, se trata de un estilo de vida en el que se interpreta la realidad de forma positiva. La gratitud es capaz de cambiar la biología del cerebro, al activar regiones de este órgano relacionadas con la empatía, y reducir el estrés, la frecuencia cardiaca e incluso el dolor.
“La raíz de todo bien crece en la tierra de la gratitud.” - Dalai Lama.
8 beneficios que genera el vivir en gratitud y agradecimiento:
Disminuye la presión arterial
Tu sistema inmunológico se vuelve más fuerte
Mejora las relaciones sociales
Logras tener mayor optimismo, felicidad y fuerza mental
Tiene emociones positivas y relaciones mejoradas
Disminuye la ansiedad y la depresión
Duermes mejor
Te sientes menos solo o aislado
Tienes mayor capacidad para ser generoso y compasivo
El Centro de Investigación para el Desarrollo del Mindfulness en UCLA ha demostrado que la gratitud cambia nuestra estructura molecular del cerebro; ayuda a que la materia gris funcione mejor, mejorando nuestra salud física y mental y nos convierte en personas más felices. Si esto es así, si la gratitud tiene estos beneficios tan importantes, ¿por qué a veces nos resulta difícil expresar gratitud? Generalmente suele ser por los siguientes dos motivos:
1. Porque hemos normalizado todas las cosas que tenemos en nuestra vida: damos por hecho que éstas forman parte de nuestra vida y dejamos de prestarles atención y de darles valor.
2. Otro motivo por el que nos puede resultar difícil expresar gratitud es porque el cerebro tiene un «sesgo de negatividad»: Generalmente, estamos más entrenados para ver las cosas más negativas de la vida y focalizarnos en ellas que en las positivas.
Ser personas más agradecidas también conlleva un entrenamiento para dar valor a todo lo que tenemos a nuestro alrededor. Aquí te compartimos pequeñas acciones que te ayudarán a ser más agradecido:
1. Al levantarte de la cama, da gracias por algo: por ejemplo, por tener salud en este momento, por poder seguir trabajando, porque tu familia esta bien, etc.
2. Escribe un mensaje de agradecimiento a alguien: un familiar, un amigo, la pareja, un compañero de trabajo, etc. Todos tenemos personas que hacen cosas buenas por nosotros y quizá a veces no lo valoramos. Seguramente a esa persona le gustará darse cuenta de que valoras lo que hace por ti y apreciará que se lo hagas saber.
3. Practica meditación: Concéntrate en respirar, en sentir tu respiración y en dar las gracias por algo que esté ocurriendo en este momento, por algo que ocurrió en el pasado o por algo que te imaginas que va a ocurrir en el futuro.
4. Agradécete algo a ti mismo: Cada día trata de identificar una cosa positiva, algo que te haya gustado de ti mismo ese día, y felicítate por ello (puede ser verbalmente, haciendo algo que te agrada...) Céntrate en cosas cotidianas, como por ejemplo, «me ha gustado el rato que me he dedicado después de comer a leer un libro», «me ha gustado que hoy me he permitido no hacer nada», etc.
Podríamos entender la gratitud como una filosofía de vida en el que agradecemos las experiencias, a las personas y damos valor a lo que hay a nuestro alrededor.
¡Se agradecido todos los días y observa los múltiples beneficios que tiene esto en tu salud mental y física!
Para entender un poco más y profundizar sobre la práctica de la gratitud, te recomendamos escuchar el siguiente podcast:
¡Vivamos en gratitud!
Referencias:
Haizea Gómez, El correo.
Bernardo Peña, La mente es maravillosa.
Se regalan dudas episodio 34. El poder de la gratitud.