Tú eres el protagonista de tu vida. Cómo te sientes en tu propia piel influye en cómo te posicionas ante el mundo y ante tu presente. ¿Cómo sentirse mejor con uno mismo? ¿Cómo establecer una relación positiva y constructiva contigo? Esta cuestión remite a la salud emocional y a la autoestima.
Tú eres la persona más importante de tu vida, por tanto, intenta ser una influencia constructiva para ti mismo.
Te compartimos algunos tips para fortalecer tu relación contigo mismo:
Disfruta de algo que te guste diario; ya sea meditar, leer un libro, tomar un café, hablar con un ser querido, comer algo que te guste, realizar alguna actividad física, etc.
Háblate bonito. Con las palabras podemos crear o destruir. Son más que sonidos, las palabras moldean la mente para después convertirse en pensamientos o acciones. El vínculo de amistad que tienes contigo mismo, se fortalece a partir de un diálogo interior amable. ¡Valórate y respétate!
Enfócate en todo lo positivo de la vida, de ti mismo y de los demás. Deja de dedicar tanta atención a los detalles negativos que dan lugar a quejas y reproches. Alimenta el sentimiento de gratitud que te ayuda a evolucionar. Tienes el poder de cambiar tu atención mental con solo recordar un instante bonito y agradable.
Perdónate a ti mismo. Todos cometemos errores , y los errores no reflejan de manera permanente lo que eres como persona. Son momentos aislados en el tiempo.
Amarse a sí mismo es entender que no necesitas ser perfecto para ser grandioso.
Date aliento. Reconoce tus méritos y tus logros. Por ejemplo: "mi presentación tal vez no salió perfecta, pero mis colegas hicieron preguntas y participaron, lo que significa que logré mi objetivo".
Busca tiempo para ti. Incluso siendo social por naturaleza, necesitas desconectar de los demás. Necesitas tener tu propio espacio para descansar y cultivar el vínculo con tu propia identidad. ¡Tómate un momento para apreciar lo increíble que eres!
Cuida tus relaciones personales. Eres social por naturaleza. Tus vínculos te aportan un arraigo de pertenencia a un entorno seguro. Lo más importante no es la cantidad de relaciones, sino la calidad.
Haz lo correcto. No existe nada tan terapéutico a nivel emocional como realizar el bien. Las buenas acciones te aportan una inmensa satisfacción y paz interior. Pon en práctica aquellos valores que definen la esencia del humanismo: respeto a la dignidad del corazón humano, habilidades sociales, empatía, generosidad emocional y justicia.